Unidad Nacional

Con ocasión de la tragedia en Valencia hemos asistido al florecimiento de la Unidad Nacional.

Entre el lodo, el sudor, la sangre y las lágrimas ha nacido España de nuevo, con unos dolores de parto que bien podrían haber sido menores, y Dios quiera que no sean mayores. ¡Duro trance, demasiado duro, para que la juventud española haya podido demostrar su abundancia de virtudes!

El abandono del Estado en todas sus esferas al pueblo valenciano es un crimen que clama al cielo, y no querría dejar de mencionar tal triste verdad antes de escribir unas líneas más esperanzadas; pues la esperanza no debe hacer desaparecer el mal presente, sino hacer aparecer el bien futuro.

Este mismo abandono ha sido, sin embargo, catalizador de un fenómeno solidario que remueve el corazón de todo el que todavía tenga uno. España entera se ha unido, con voluntarios de todas sus provincias vinculados por una labor común, por un mismo amor a sus hermanos valencianos.

Unidad Nacional no es meramente el mantenimiento de unos límites geográficos, ni de una vinculación administrativa entre regiones. Unidad Nacional es la participación de un pueblo en una empresa común, en un proyecto común. Vínculo que no puede solo plasmarse en un papel, sino que debe ser vivido. Unidad Nacional es saberse partícipes de un mismo destino.

En Valencia, de modo espontáneo, hemos visto como España misma ha vuelto a encontrar su Unidad Nacional en el proyecto de vida que históricamente la ha vertebrado, el cristiano: amar al prójimo con el amor que Dios nos tiene. Y aunque no crea en Dios, todo el que ha ido a Valencia a arrimar el hombro lo hacía al menos con el amor que cree que Dios nos tendría en caso de existir. La percepción de esa misión unificadora es lo que ha motivado en gente de todo tipo la sed de auxiliar al pueblo valenciano. La plenitud de ser español está en la participación plena de este proyecto.

Unidad Nacional es mirar al que tienes en frente y ver una persona, no una ideología. Unidad Nacional es entender que te une más al de en frente el ser español que lo que te separa de él el pensar diferente. La verdadera Unidad Nacional es saber que lo que le pasa a Valencia nos afecta como si nos pasara a nosotros mismos, porque el dolor de una parte de España necesariamente ha de sentirlo España entera. El auxilio a Valencia es el deber que nos impone en esta hora nuestra misión de Españoles.

Todos los que hemos estado en el barro de Valencia, o sudando entre cajas en cualquier otro punto de España, codo con codo con personas a las que hemos reconocido dignas por el hecho de serlo y hermanas por la empresa común, hemos descubierto España. Nos hemos descubierto en ese remar juntos hacia un destino. Nos hemos sabido una Unidad que actuaba en conjunto según su misión.

Que no olvidemos esta España descubierta. Fachas: mantened la amistad con los rojos con lo que habéis estado metidos en el barro. Rojos: mantened la amistad con los fachas con los que os habéis partido el lomo moviendo cajas. No olvidéis la humanidad que habéis descubierto en el otro. Es lo que nos hace fuertes. Y a seguir trabajando, que en Valencia aún queda mucho por hacer. Y el que quiera dividir a los Españoles por pensar o ser diferentes, sencillamente no cree en España, ni se ha sabido nunca partícipe de su misión.