Y SEGUIRÁN VOTANDO AL PSOE

Hace más de tres largos y eternos años, Pedro Sánchez llegó a la Moncloa de la mano de formaciones políticas, que en un país serio y democrático; estarían ilegalizadas y prohibidas. Los comunistas de Unidas Podemos, defensores de genocidas como Lenin y Stalin; los herederos de la banda terrorista ETA, con más de 800 víctimas a sus espaldas y un puñado de golpistas que buscan la destrucción de la unidad nacional. Y que no se olvide la inestimable ayuda de Tomás Guitarte, diputado de Teruel Existe, permitiendo semejante investidura.

Durante estos años en los que estamos sufriendo uno de los períodos más negros de nuestra historia, los socialistas se han encargado de realizar lo único que saben hacer cuando gobiernan: arruinar España. Como suele decirse, “el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra”. Con el Partido Socialista anti-obrero y anti-español, esta expresión se cumple a la perfección.

Ante las burdas excusas de los medios mamporreros socialistas, justificando las nefastas políticas del gobierno “porque le ha tocado vivir situaciones difíciles como una pandemia, una guerra o el volcán de la Palma”, la cruda realidad de los datos. España, ha sido el último país de Europa en recuperar el PIB pre-pandemia. España, es el país de la Unión Europea con la tasa de paro más alta. Entre los jóvenes, se sitúa por encima del 30%.  El país donde más ha caído el poder adquisitivo de los ciudadanos. El país donde más empresas y negocios cierran. El país con más contracción económica. Ante esto, ¿cuáles son las recetas del gobierno? Más impuestos a la clase trabajadora, más recaudación y por supuesto más gasto y despilfarro. Que las elecciones se acercan y hay que seguir comprando votos.

Más allá de las políticas económicas, los españoles hemos sufrido dos confinamientos ilegales e inconstitucionales. Y nadie, dimitió por ello. Más de 600 agresores sexuales, se han visto beneficiados con rebaja de penas o directamente excarcelados, gracias a la ley del “solo sí es sí”. Y nadie, ha dimitido por ello. La malversación ha sido reformada para que se pueda robar dinero público con impunidad, con la eliminación de la sedición se podrán marcar otro Puigdemont sin consecuencias penales, la ley de memoria democrática pone una mordaza a los historiadores, las leyes educativas permiten pasar de curso con todas suspensas mientras aumenta la ignorancia (necesaria para que los jóvenes voten al PSOE) se construyen trenes que no caben en túneles, Griñán no pisa la cárcel aunque con los ERE trincasen 600 millones de euros de las arcas públicas y nos acabamos de enterar que 15 diputados socialistas se iban a puticlubs con dinero público. El Caso Mediador del “Tito Berni”, el enésimo escándalo del PSOE. Y aquí, no dimite nadie.

Con todo esto y centenares de escándalos más, entre los que se encuentran el asalto al Tribunal Constitucional, al Tribunal Supremo, al Consejo General del Poder Judicial, al Tribunal de Cuentas y un largo etcétera; ver al Partido Socialista en todas las encuestas por encima del 25% de los votos, dice mucho de la sociedad española. Por supuesto, nada bueno. El aborregamiento extremo de la población, la gigantesca red clientelar que el PSOE ha montado durante 40 años, el control absoluto de los medios, el relato, la educación y el uso fraudulento del dinero público comprando masivamente votos y voluntades; provocan esta terrible situación. Que el partido más corrupto y con la historia más criminal de España, tenga un mísero voto, demuestra que muchas cosas están fallando.

Si España tuviese un verdadero sistema democrático, con una justicia realmente independiente y unos medios de comunicación objetivos, el gobierno de Pedro Sánchez habría caído nada más empezar y el PSOE se habría disuelto hace mucho tiempo. Pero no, la gente les seguirá votando. Hasta en La Palma, donde siguen esperando las ayudas por el volcán, mientras Irene Montero se lleva 500 millones de euros al año para su chiringuito feminista.