Sustitución Demográfica: Medio millón de extranjeros al año

España sumó dos millones de extranjeros en los últimos 3 años.

Pese a tener la segunda tasa de natalidad más baja de Europa (0,13), España es el país que más crece de población al año en el continente. Esto sólo se explica por la intensidad masiva de la inmigración, acelerada desde la entrada de Sánchez al poder hace un lustro. Estos dos factores- bajísima tasa de natalidad, crecimiento exponencial de la población extranjera- colaboran en crear un reemplazo demográfico por el cual la población autóctona representa cada vez un porcentaje menor del total de la población residente en España: en tan sólo tres décadas de inmigración masiva, los individuos residentes en España con nacidos fuera de esta representan ya casi nueve millones, un 20% de la población. Uno de cada cinco residente en el país ha nacido fuera de este.

En lugares como la Comunidad Autónoma de Cataluña, estos porcentajes aumentan hasta el 25%, más de dos millones de individuos nacidos fuera de España. Dicha región ha perdido un 70% de natalidad desde 1976, y cada generación de catalanes es un 45% más pequeña que la anterior.

En el último año aquellos nacidos en España han bajado, de media, en 200 habitantes al día; mientras que los nacidos en otro país han aumentado en casi 1.500 personas diarias. Dicho de otra manera, en el último año se han perdido 70.000 nacionales y se han ganado 530.000 extranjeros.

Ya hay municipios donde los nacidos en España son minoría, como Rojales (Alicante), donde un 69% de los 17.389 habitantes son extranjeros, o San Fulgencio (Alicante) con un 67% (de 9.680).

Extranjeros nacidos en España

Lógicamente, el porcentaje de extranjeros real en España es mucho mayor que el 20%, porque los datos no tienen en cuenta extranjeros nacidos en territorio español, los conocidos como inmigrantes de segunda generación. Y desde luego, tampoco contempla los extranjeros nacionalizados, aquellos a los que habiéndoseles concedido la nacionalidad política (ciudadanía) carecen de los caracteres étnico-culturales de la nacionalidad: teniendo esto en cuenta, la tasa de sustitución es mucho más exagerada: en la Comunidad Autónoma Vasca, una de cada cuatro madres es extranjera, y en provincias como Gerona, la mitad de nacimientos son de un progenitor extranjero.

Los datos son claros: la sustitución demográfica de la población española producida por la inmigración masiva está sucediendo a un ritmo aceleradísimo. De las consecuencias negativas de este proceso ya hemos hablado en esta plataforma: desde la inminente extinción del pueblo hispano, pasando por la profunda pérdida de identidad que la acompaña, hasta lo sobrerrepresentado de las población extra-europea y especialmente africana en las ayudas al alquiler y el crimen.

¿Seguirá España siendo España cuando ya no la habiten españoles?

Este hecho debería ser condenado, y sus principales responsables, pagar por sus actos.

Sin embargo, los datos del INE en los que se ha basado este artículo han sido publicados por Vozpópuli, que ha tratado de justificarlo mediante argumentos de índole económica: la llegada de mano de obra barata a nuestras costas justificaría todo lo demás, incluso el consiguiente abaratamiento de nuestros salarios y precarización de las clases trabajadoras españolas. Sin embargo, todos los estudios de cariz económico confirman lo contrario: la inmigración extra-europea es nociva para las economías europeas. Lo debería insinuar el simple dato de que el 70% de los extranjeros que residen en España no cotizan a la Seguridad Social.

En un momento en el que hay más norteafricanos en España que en la Alta Edad Media, tanto en valores absolutos como relativos, la denominación de «invasión» es la defensa del verdor del pasto. Y sin embargo, los que desenvainan la espada para defender esta obvia afirmación son perseguidos con la cárcel y el ostracismo social y político.

La solución habrá de darse lo antes posible, y habrá de incluir, como solución final, la palabra que protagonizará el debate político de las próximas décadas : Remigración.

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